LOS CUIDADOS EN PACIENTES TERMINALES
Por: Dr. Gustavo Llanos Tarazona –
Médico de la Clínica
Servisalud
En algún momento se puede desarrollar en el seno de nuestro hogar,
casos de familiares que han sido diagnosticados
con una enfermedad terminal, en ese sentido, entendiendo que el médico ha
conversado con la familia y manifiesta
que el familiar padece de un enfermedad
terminal con un pronóstico de corta vida, la familia debe buscar apoyo médico,
psicológico y espiritual para el paciente como para ellos mismos.
El objetivo principal debe ser proporcionar comodidad y dignidad
al paciente, controlando el dolor,
mejorando su estado y calidad de vida, además se debe ayudar a la familia para
que asuma la futura pérdida.
En ese sentido se deben dar las siguientes condiciones:
- Presencia de una enfermedad avanzada, progresiva e incurable.
- Falta de posibilidades razonables de respuesta al tratamiento médico.
- Pronóstico de vida corta.
- Fuerte impacto emocional en el paciente y su familia.
- Equipo terapéutico muy relacionado con la presencia de la muerte.
Un escenario que muchos médicos han atestiguado es ver a un paciente
con cáncer terminal rodeado por miembros de su familia y amigos cercanos, todos
ellos preocupados y cada vez más estresados y deprimidos.
Sin embargo no tiene que ser de esa manera, por ello es importante incorporar los familiares a la atención del paciente en cuidados
paliativos inmediatamente después de su diagnóstico.
Esta intervención mejora la calidad de vida de los cuidadores y familiares.
Los beneficios son sumamente tangibles pues se tiene pacientes libres de dolor con síntomas bajo control en sus últimos días, con dignidad y rodeados de sus seres queridos. Estos cuidados no aceleran ni detienen el proceso de morir, da soporte emocional tanto al paciente como a la familia y sobretodo calidad de vida para ambos.
Informar, asesorar y enseñar, tanto al paciente como a la familia, modos y formas de un determinado tipo de cuidado.
Informarnos, aprender y comprender cuales son las prioridades del paciente y la familia, sus temores, sus preferencias, valores y sobre todo que es lo bueno para ellos.
PRINCIPIOS BÁSICOS
- Escuchar.- Es más lo importante, estar atento a las expresiones físicas y verbales.
- Acompañar.- Sentarse al lado del paciente, mirar a los ojos, coger sus manos y acariciar.
- Respetar su silencio.- El paciente necesita tiempo para ordenar sus ideas y asumir sus miedos.
- Expresar sentimientos.- Decir que le queremos lo hace sentir especial, hacerle notar lo que ha aportado en la vida, hacerle recordar algunas anécdotas o vivencias que se pudo compartir junto a él.
- Ayudarle a recordar sus logros o momentos importantes.
- Identificar sus preocupaciones actuales con preguntas como: ¿En qué piensas? ¿Qué te preocupa? ¿Qué te duele? ¿Con quién te gustaría estar?, etc.
- Dar permiso.- En ocasiones ante el sufrimiento de la familia, el moribundo no se concede permiso para irse, podemos ayudar diciendo que lo queremos, que estaremos bien y que no debe preocuparse por nosotros.
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